Cómo funciona la humedad en el suelo
La capacidad de un suelo para retener agua depende de su textura y estructura, crucial para optimizar el riego.
La capacidad de un suelo para retener agua depende de su textura y estructura, crucial para optimizar el riego.
El suelo es un entramado complejo de partículas minerales que no forman una masa compacta, sino que entre ellas existe una red de poros y canales por los que circulan el aire y el agua. La capacidad de un suelo para retener agua depende de su textura (proporción de arena, limo y arcilla) y de su estructura. No toda el agua que el suelo puede almacenar está disponible para las plantas, y del agua disponible, no toda se puede absorber con la misma facilidad.
A continuación, explicamos los conceptos más importantes relacionados con la capacidad del suelo para almacenar agua, que son cruciales para optimizar el riego en los cultivos:
Para realizar un riego óptimo es fundamental determinar la capacidad de campo (CC). Para esto, se utiliza un sensor de humedad. Una vez instalado el sensor, se realiza un riego prolongado para saturar el suelo y luego se deja drenar libremente durante 48-72 horas.
En la figura adjunta, se observa que después de un tiempo, el rápido drenaje se hace insignificante y comienza una lenta extracción de agua. En ese punto, la humedad del suelo se denomina capacidad de campo (CC).
Una vez establecida la capacidad de campo (CC), es necesario fijar un umbral de riego (UR). Este umbral se define como el porcentaje de la humedad aprovechable que debe consumirse antes de regar nuevamente. De forma general, se puede fijar un UR del 50% para cultivos menos sensibles a la sequía y un umbral entre el 25-30% para los más sensibles.
Es crucial recordar que un nivel de humedad cercano al punto de marchitamiento permanente (PMP) provoca un estrés hídrico severo en las plantas, reduciendo drásticamente su rendimiento. Por otro lado, un riego excesivo por encima de la capacidad de campo (CC) provoca una percolación o drenaje profundo, desperdiciando agua no aprovechable por las plantas. La velocidad de drenaje depende del tipo de suelo, siendo más rápido en suelos arenosos que en suelos arcillosos.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede optimizar el uso del agua y maximizar el rendimiento de los cultivos, garantizando un manejo adecuado del riego basado en las condiciones específicas del suelo y las necesidades del cultivo.
La imagen muestra el contenido de agua volumétrica en el suelo, destacando la capacidad de campo y el punto de marchitamiento, con una pendiente de drenaje y líneas de extracción. Esta información visual es útil para comprender mejor cómo varía la humedad en el suelo y cómo afecta a la capacidad de riego.
Con este artículo, podrás comprender mejor cómo manejar el riego en tus cultivos utilizando sensores de humedad, optimizando así el uso del agua y mejorando la productividad de tus plantas.